lunes, 4 de mayo de 2015

VISITA AL INVERNADERO CLISOL

Este pasado jueves, por fin fuimos a ver el invernadero Clisol. Un invernadero biológico por la zona de Almerimar. La mañana se pasó muy rápido, entre charlas, actividades, desayuno...
Creo que los niños/as aprendieron bastante y se concienciaron de lo importante que era dejar de usar insecticidas y usar otras técnicas para combatir las plagas como puede ser el uso de otros insectos "buenos".












Primero tuvimos una recepción donde la dueña del invernadero, Lola, nos contó todo lo que íbamos a ver y algunas normas.




Después pasamos al invernadero de los tomates, nada más que al entrar ya descubríamos cosas curiosas, como una doble puerta para que los insectos que se cuelen por la primera no lleguen a pasar por la segunda puerta.



Después ya dentro del invernadero, vimos que habían montones de pasillos y que las tomateras llegaban casi al techo del invernadero. Allí nos sentamos y nos contó sobre todo cómo trabajan, la estructurad del invernadero, y qué hacen para combatir a los insectos que quieren comerse a las plantas. Nos habló de conceptos algo contrarios a los que pensábamos, como que hay arañas buenas, ya que se comen a los insectos malos, y moscas blancas, que atacan a los tomates y son malas. 











Por otro lado nos habló de los abejorros, lo importante que eran para que funcionara el invernadero y crecieran muchas flores y que no había que asustarse nada si uno se nos acercaba porque sólo viene porque se confunde y se piensa que somos flores (debido a los colores de nuestra ropa) pero cuando después de unos segundos comprueba que no somos de su agrado se marcha sin más, así que sino gritamos, intentamos matarlo y esas cosas ellos no nos atacarán, sólo lo hacen cuando necesitan defenderse. Una lección muy buena pero complicada de cumplir... aunque tuvimos suerte y no se acercaron mucho.





Ayudamos a proteger a los tomates con pequeñas bolsas llenas de mini arañas que pusimos en sus ramas y después como hacías bastante calor y ya teníamos mucha hambre asamos a desayunar. todo estaba preparado, montones de platos de tomates, de diferentes tamaños y colores, pepinos, pan, aceite, miel... ¡estaba todo riquísimo!














Y después de reponer fuerzas volvimos a otro de los invernaderos, esta vez de pimientos, en este hacía ya más calor y lo que hicimos fué coger nuestros cubos con semillas de habichuelas y de sandía para poder llevarla a casa y cuidarla.

















Para terminar nos quedaba una sorpresa más...












Regordete y Larguilucho, los personajes del invernadero Clisol vinieron a contarnos su aventura.

¡Fue un día estupendo!



Aquí os dejo unos dibujos de antes y después de ver el invernadero:

antes

después

después


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